En la barriada de Nimtala, donde el rítmico traqueteo de los trenes es un compañero constante, Rishav, de 5 años, sufrió un accidente que le cambió la vida. Mientras dormía en las vías, un tren pasó inesperadamente y perdió un brazo y una pierna. En un abrir y cerrar de ojos, la vida de Rishav cambió para siempre.

En la barriada de Nimtala, situada en medio de las precarias vías del tren, numerosas familias viven directamente sobre las vías. La mayoría son jornaleros, conductores de furgonetas, vendedores de flores y trabajadores domésticos. La familia de Rishav, con su padre como único sostén económico, tuvo que luchar con las consecuencias del trágico accidente. Rishav, que ahora tiene 7 años, vive con sus padres y tres hermanos.

Gracias a la rápida actuación de un vecino, Rishav fue trasladado a un hospital estatal. Gracias a una exitosa operación, se salvó la vida de Rishav. La carga económica de la familia aumentó, ya que no podían hacer frente al coste del tratamiento en curso. La clínica Nimtala de Calcutta Rescue se convirtió en un faro de luz para la familia de Rishav.

La madre de Rishav agradece la ayuda: "Cuando dieron el alta a Rishav, el tratamiento se volvió muy caro. Como sólo el padre de Rishav tenía ingresos, estábamos desesperados por saber cómo cuidar de él.
Entonces lo trajimos a la clínica Nimtala de Calcutta Rescue". Partha, el director de la clínica, formuló la misión de la organización: "Rishav tuvo un accidente en los primeros años de su vida que lo dejó físicamente discapacitado. Queríamos darle un futuro en el que sus problemas físicos no entorpecieran su vida diaria".


Bajo los cuidados de Calcutta Rescue, Rishav recibió la atención médica y la nutrición necesarias. Rishav tardó dos años en recuperar la fuerza en sus extremidades. Una vez recuperada la fuerza, Calcutta Rescue dio un paso más y le proporcionó una prótesis de pierna. Pronto le seguiría una prótesis de brazo.

A pesar de las dificultades que le plantea su estado físico, Rishav se está convirtiendo en un joven alegre y resistente. En la escuela, está rodeado de amigos y disfruta con actividades como dibujar y jugar al Carrom. Cuando se le pregunta por sus ambiciones, Rishav responde con una tímida sonrisa: "Pensaré en ello dentro de unos años".

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